Hoy 27 de Diciembre la Iglesia celebra la festividad de San Juan Evangelista, santo que aunque no es titular de nuestra hermandad, desde siempre ha ocupado un lugar destacado formando un calvario con la Virgen del Desconsuelo en el altar de la Misericordia y en los diferentes altares de culto.
JUAN el Evangelista, a quien se conoce como "el discípulo amado de Jesús", era un judío de Galilea, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, con quien desempeñaba el oficio de pescador.
Junto con su hermano Santiago, se hallaba Juan remendando las redes a la orilla del lago de Galilea, cuando Jesús, que acababa de llamar a su servicio a Pedro y a Andrés, los llamó también a ellos para que fuesen sus Apóstoles.
Se dice que San Juan era el más joven de los doce Apóstoles y que sobrevivió a todos los demás. Es el único de los Apóstoles que no murió martirizado.
Juan fue el único de los Apóstoles que estuvo al pie de la cruz con la Virgen María y las otras piadosas mujeres y fue él quien recibió el sublime encargo de tomar bajo su cuidado a la Madre del Redentor. Tan sólo a él le fue dado el privilegio de llevar físicamente a María a su propia casa como una verdadera madre y honrarla, servirla y cuidarla en persona.
San Juan murió pacíficamente en Efeso hacia el tercer año del reinado de Trajano, es decir hacia el año cien de la era cristiana, cuando tenía la edad de noventa y cuatro años, de acuerdo con San Epifanio.
Junto con su hermano Santiago, se hallaba Juan remendando las redes a la orilla del lago de Galilea, cuando Jesús, que acababa de llamar a su servicio a Pedro y a Andrés, los llamó también a ellos para que fuesen sus Apóstoles.
Se dice que San Juan era el más joven de los doce Apóstoles y que sobrevivió a todos los demás. Es el único de los Apóstoles que no murió martirizado.
Juan fue el único de los Apóstoles que estuvo al pie de la cruz con la Virgen María y las otras piadosas mujeres y fue él quien recibió el sublime encargo de tomar bajo su cuidado a la Madre del Redentor. Tan sólo a él le fue dado el privilegio de llevar físicamente a María a su propia casa como una verdadera madre y honrarla, servirla y cuidarla en persona.
San Juan murió pacíficamente en Efeso hacia el tercer año del reinado de Trajano, es decir hacia el año cien de la era cristiana, cuando tenía la edad de noventa y cuatro años, de acuerdo con San Epifanio.
Nuestra hermandad venera desde antiguo una imagen del S. Juan (del S. XVIII y de autor anónimo) que no procesiona en la actualidad, aunque hasta mediados del S. XX procesionó en la madrugada en la cofradía del Nazareno, y más tarde acompañó en el paso a la Virgen de la Amargura de la Hermandad de la Salud. Esta talla cuya gran valía artística pasa desapercibida debido a los nefastos repintes necesita una profunda restauración que le devuelva la policromía y encarnadura primitiva. Confiamos en que la Hermandad, corporación que ha destacado por la recuperaión y conservación de su patrimonio, pueda algún día acometer esta restauración para que la talla luzca su esplendor original.