La salida procesional de la popular Borriquita en la mañana de ayer fue todo un desafío al mal tiempo. Aunque llegó a salir el sol después de amanecer, poco después la llovizna hacía temer lo peor. Comenzada la misa solemne, una fuerte tormenta descargó sobre la localidad, llegándose a recoger 12 litros por metro cuadrado, finalizada la Eucaristía el párroco anunció que se comenzase a organizar la salida, aún cuando había una leve llovizna, pasadas las doce y cuarto se abrieron las puertas y el cortejo comenzó a salir, eso sí, mermado, ya que muchas madres no acudieron con sus hijos vestidos de hebreo creyendo que no iba a salir. Con un cielo amenazante, y un paso más rápido se acortó el itinerario suprimiéndose Veracruz y Larga. Al llegar a la plaza, el paso se hizo más lento y los costaleros dieron lo mejor de sí. Pasadas las dos de la tarde, y bajo el repique de las campanas de la torre, Jesús de la Paz, al que podría llamársele ya "el Valiente", entraba en la Parroquia poniendo fin a los actos del Domingo de Ramos.