Igual que el pasado año, el Miércoles de Ceniza vino pasado por agua. Si hacemos caso al dicho popular tendríamos que esperar una Semana Santa estropeada por la lluvia, pero mantenemos la esperanza de que en 2010 también llovió el primer día de Cuaresma y sin embargo disfrutamos de una Semana Mayor como Dios manda. Esperemos que este año tampoco se cumpla el dicho y todas nuestras cofradías puedan realizar espléndidas estaciones de penitencia. Así sea.