Orígenes de la Fiesta el Corpus
El Corpus Christi o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo es una festividad cuya finalidad es proclamar y aumentar la fe de la Iglesia en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento. Sus orígenes se remontan a la Edad Media, período en el que aparecieron las herejías eucarísticas en Europa, es decir aquellas que dudaban o negaban la presencia real de Cristo en la Hostia Consagrada. Como respuesta a tales herejías nace el Corpus, basado en la procesión triunfal de la Sagrada Forma por las calles de las ciudades y villas medievales, pero no es hasta los siglos XVI y XVII cuando la fiesta alcanza su mayor fastuosidad y esplandor. En 1264, el Papa Urbano IV, amante de la Eucaristía, publicó la bula “Transiturus” en la que ordenaba que se celebrara la solemnidad del “Corpus Christi” el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa. Posteriormente diversos pontífices promulgaron diversas bulas y decretos pero en ninguno se habla de la procesión con el Santísimo como parte de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del siglo XIV.
Finalmente, el Concilio de Trento daba el espaldarazo definitivo a la "muy piadosa y religiosa costumbre de que todos los años se celebre el excelso y venerable Sacramento con singular veneración y solemnidad; y que sea llevado en procesión por las calles y lugares de todos los pueblos y ciudades".
Los primeros libros conservados en nuestro Archivo Parroquial se remontan a 1553, siguiendo las directrices el concilio antes mencionado. Al ser libros de registro de bautismos y otros sacramentos no aportan dato alguno sobre otros aspectos de estos primeros siglos de la parroquia de Trebujena. La solemnidad del Corpus se celebraría siguiendo las instrucciones de los señores visitadores del Arzobispado Hispalense. En el siglo XVIII aparece la Hermandad del Santísimo, una de las más ricas de la localidad. En este mismo siglo adquiere la Custodia u ostensorio de plata de ley sobredorada (1775), el potaviático y el magnífico guión sacramental. En los libros de fábrica se cita un contrato con un tallista para realizar una carroza de madera (o custodia) para el Santísimo pero se desconoce si realmente se llegó a ejecutar o si desapareció con el transcurso de los años.
Finalmente, el Concilio de Trento daba el espaldarazo definitivo a la "muy piadosa y religiosa costumbre de que todos los años se celebre el excelso y venerable Sacramento con singular veneración y solemnidad; y que sea llevado en procesión por las calles y lugares de todos los pueblos y ciudades".
Los primeros libros conservados en nuestro Archivo Parroquial se remontan a 1553, siguiendo las directrices el concilio antes mencionado. Al ser libros de registro de bautismos y otros sacramentos no aportan dato alguno sobre otros aspectos de estos primeros siglos de la parroquia de Trebujena. La solemnidad del Corpus se celebraría siguiendo las instrucciones de los señores visitadores del Arzobispado Hispalense. En el siglo XVIII aparece la Hermandad del Santísimo, una de las más ricas de la localidad. En este mismo siglo adquiere la Custodia u ostensorio de plata de ley sobredorada (1775), el potaviático y el magnífico guión sacramental. En los libros de fábrica se cita un contrato con un tallista para realizar una carroza de madera (o custodia) para el Santísimo pero se desconoce si realmente se llegó a ejecutar o si desapareció con el transcurso de los años.
El Corpus en Trebujena en la primera mitad del siglo XX
Los mayores del lugar, al hablar de los bienes de la parroquia, mencionaban "la carroza del Corpus" (no procede la comparación jocosa con los vehículos que desfilan en las cabalgatas actuales, pues en nuestra localidad aparecieron bien mediado el siglo XX ) refiriéndose sin dudas a un templete de madera que se utilizaba en la procesión del Corpus, que bien podría ser el manifestador que se conserva en la actualidad (mediados del S. XIX). Decían que dejó de utilizar por una prohibición, de la que no tenemos constancia, de procesionar al Stmo. en custodia que no fuese de oro o plata. Sin embargo, la adopción de la forma de la procesión portando al Stmo. bajo palio quizás se debiera a que era más económico y fácil de organizar, teniendo en cuenta la precariedad económica de la parroquia. Durante esta etapa la procesión era por la mañana, ya que la misa vespertina no se establece hasta el Concilio Vaticano II, y discurría por el mismo itinerario que se respetó hasta principios de los noventa: Perdón, Sanlucar, Fernando Alonso (hoy Amparo Salazar), Barranco (hoy Ramón y Cajal), Paseo, Veracruz, Lcdo. Lombera, Canovas del Castillo (Larga) y Pza. del Rey (España). En el cortejo figuraban numerosos faroles, arrojados años después al pozo de la parroquia, los capitulares (o concejales) que tenían el privilegio de llevar los varales del palio, el alcalde con bastón de mando y en ocasiones la banda de música local. En ciertas ocasiones figuraron tambíen en el cortejo pequeñas andas o pasitos con imágenes de pequeño tamaño de la parroquia como el Dulce Nombre de Jesús ("Niño de la Bolita") y la Virgen del Carmen.
Mención especial merece el "Corpus Chiquito" que se celebraba el jueves siguiente por la tarde. Después de la misa salía el Stmo. bajo palio alrededor de la plaza, en la que las vecinas montaban tres o cuatro altares, concluyendo con la bendición eucarística en el altar mayor del templo.
Segunda mitad del siglo XX
En esta época se produce el cambio de horario de la procesión, que pasa a ser vespertina, aunque en algunas ocasiones (dependiendo del párroco volvió a celebrarse por la mañana). El itinerario era el habitual, y comenzaron a desfilar las banderas de las distintas asociaciones y hermandades de la parroquia (en la foto pueden verse los faroles antes mencionados y las banderas del Nazareno y la Misericordia, la de la Asociación de las Hijas de María, y la de la Congregación de los Jueves Eucarísticos). El día del Corpus de 1963 se estrenaron dos nuevas campanas de la torre, la "San Pablo" y la "San Antonio". A finales de los 60, con motivo de las obras de alcantarillado de las calles General Mola (hoy Amparo Salazar) y Ramón y Cajal, el recorrido incluyó el Altozano y la calle general Varela (hoy Antonio Machado). Los vecinos de ésta última se esmeraron, llegando a fabricar banderitas de papel que cubrían toda la calle. Al pasar la comitiva, una de las autoridades dijo a los vecinos que habían ganado "el primer premio", premio que nunca llegó a materializarse.
El año 1970, siendo párroco D. José L. Caro García, vuelve a salir la custodia en un paso. En esta ocasión procesionó en el templete de la Virgen de Palomares. El montaje y exorno lo realizó Joaquín Sánchez, quien también se ocupaba de los altares montados para la exposición del Stmo. que solían realizarse en la época.
En los años 80, siendo párroco D. Pedro de la Herrán, la banda de música "Ntra. Sra. de Palomares" tocó un año de manera desinteresada. Fueron también los años en los que los niños y jóvenes de la parroquia, alentados por nuestro mayordomo Eloy y con la colaboración de Manolo Moreno, que traía e serrín desde Chiclana, se dedicaron a realizar alfombras de en la calle Larga, llegando un año a cubrir todo el tramo y a instalar un magnífico altar con el manifestador de la parroquia.
Era también muy típico las plantas que esparcían por el suelo los vecinos de la calle Ramón y Cajal, procedían del arroyo cercano y les llamaban "solanos". Los altares solían ser los mismos año tras año, los vecinos encargados de montarlos solían ser los mismos, y se sentían en la obligación de ponerlo. Sin pretensión de menoscabar a nadie, eran fijos los altares de Maruja de Eloy, Fray Miguel, Paca "la Miguelona", Dolores "Garrido" o Pepe Matamoros. A finales de esta etapa también comenzó a montar altares en la calle Larga el también hermano de nuestra hermandad Jose Bustillos "Kiko" que destacaban por su magnitud y sus reposteros.
En Junio de 1987, siendo párroco D. José Bocardo García, nuestro mayordomo, Eloy Ruíz Campos lo convence para procesionar al Stmo. en un paso. Para esta ocasión, ayudado por Joaquín, adaptó el antiguo paso del Sto. Entierro, al que añadieron faldones rojos. Sobre éste figuraba el manifestador, al que añadió un cuerpo superior, donde iba na Inmaculada, y una cúpula de metal dorado. Al manifestador colocaron parte de la crestería del paso de Jesús Nazareno, y unas campanitas doradas. El paso se exornó con claveles blancos y espigas e iba iluminado con candelabros con guardabrisas, causando admiración entre los presentes.
En Junio de 1987, siendo párroco D. José Bocardo García, nuestro mayordomo, Eloy Ruíz Campos lo convence para procesionar al Stmo. en un paso. Para esta ocasión, ayudado por Joaquín, adaptó el antiguo paso del Sto. Entierro, al que añadieron faldones rojos. Sobre éste figuraba el manifestador, al que añadió un cuerpo superior, donde iba na Inmaculada, y una cúpula de metal dorado. Al manifestador colocaron parte de la crestería del paso de Jesús Nazareno, y unas campanitas doradas. El paso se exornó con claveles blancos y espigas e iba iluminado con candelabros con guardabrisas, causando admiración entre los presentes.
1997. Vuelve la Sacramental
Al disolverse la Agrupación de Hermandades, el párroco D. Luis Delgado decide impulsar cada una de las cofradías por separado. Al caer en sus manos el antiguo libro de reglas de la Hermandad de la Misericordia descubre que había sido fundada en 1950 con carácter sacramental, por lo que decide encomendar a los hermanos de la nueva junta la organización del Corpus y el montaje del Monumento del Jueves Santo.
En esta nueva etapa la secretaría y la mayordomía de la hermandad se encargaron de todos los preparativos de la festividad (invitaciones a las hermandades, coordinación con la policía local, organización del cortejo,...). En algunas ocasiones se llegaron a editar carteles de cultos. Se decidió variar el recorrido cada año con la finalidad de que fueran más vecinos los que se involucraran en el exorno de calles y el montaje de altares (pasando por nuevas calles como el Altozano, Cabildo, San Sebastián, Palomares, Pedro Vera Basurto, Guzmanes, Grajales, Velarde,...). Por vez primera figuraban en el cortejo las representaciones de todas las hermandades con sus respectivos estandartes (que sustituyeron a las antiguas banderas) y varas de presidencia. El último tramo de la procesión lo abría el guión sacramental y el hermano que el Jueves Santo porta la cruz de guía acudía puntalmente a portar el pie de la custodia y situarlo en los diversos altares.
En esta nueva etapa la secretaría y la mayordomía de la hermandad se encargaron de todos los preparativos de la festividad (invitaciones a las hermandades, coordinación con la policía local, organización del cortejo,...). En algunas ocasiones se llegaron a editar carteles de cultos. Se decidió variar el recorrido cada año con la finalidad de que fueran más vecinos los que se involucraran en el exorno de calles y el montaje de altares (pasando por nuevas calles como el Altozano, Cabildo, San Sebastián, Palomares, Pedro Vera Basurto, Guzmanes, Grajales, Velarde,...). Por vez primera figuraban en el cortejo las representaciones de todas las hermandades con sus respectivos estandartes (que sustituyeron a las antiguas banderas) y varas de presidencia. El último tramo de la procesión lo abría el guión sacramental y el hermano que el Jueves Santo porta la cruz de guía acudía puntalmente a portar el pie de la custodia y situarlo en los diversos altares.
En el año 2002, al pasar la procesión por la Plaza de Palomares se estrenó la electrificación de las campanas de la Ermita. La Hermandad de la Virgen de Palomares colocó un magnífico altar en la puerta de su templo presidido por la imagen de San Sebastián, patrón de la localidad. Durante esta etapa cada una de las hermandades montaba un altar o se encargaba de exornar una calle del recorrido.
Esta etapa finaliza en el momento en el que el párroco decide encargarse por su cuenta de la organización de la procesión, si bien nuestra hermandad siempre se ha ofrecido en colaborar en todo lo que pudiera ser necesario (de hecho, inclusive el presente año 2009, en el orden del día de la primera reunión tras la Semana Santa siempre se ha incluido un punto denominado "Organización del Corpus Christi".
Como hemos dicho anteriormente, el párroco actual ha preferido encargarse en solitario de la organización de esta solemnidad, especialmente en lo que ha recorrido se refiere. Los itinerarios se han extendido hasta barrios más alejados como Calle Ciprés, Avda. de las Palomas, la Toya, Avda. Guadalquivir, y este año a la Aspirina.
El pasado año editó un cartel anunciador, y por vez primera figuró en el cortejo con su bandera el grupo "Cristo Joven". Nuestra Hermandad de a Msericordia, por medio de su Junta, o de sus hermanosen particular, siempre tendrá presente su primitivo carácter sacramental y intentará colaborar, siempre que se nos permita, en engrandecer la que sin duda es la procesión más importante del año. Como muestra de ello, finalizamos este artículo con el altar que montó la hermandad en 2007, y los magníficos altares montados en 2008 por los hermanos de esta hermandad José Bustillos Arias, Rosa Campos y Francisco Cabral.